Un hijo de Sarkozy estuvo a punto de morir por las inundaciones en Brasil
EPA Pierre Sarkozy
Pierre Sarkozy (Neuilly, 1985), el mayor de los hijos del presidente de la República, productor de rap de temperamento «artístico», está envuelto en una espesa polémica sobre su paradero durante la gran fiesta de fin de año.
Según el «Daily Mail» londinense y la CNN, Pierre Sarkozy escapó «milagrosamente» a la muerte en la Isla de los CerdosParque Provincial de Isla Achieta, a unos 160 kilómetros al sur de Río de Janeiro (Brasil), durante las violentas tormentas que azotaron las costas brasileñas donde se encontraba el hijo del jefe del Estado.
Según el «Mail» londinense, Sarkozy junior habría recibido atención médica «con calma». Y habría sido atendido en la residencia personal de un amigo de su padre, Ivo Pitanguy, un famoso cirujano, especializado en cirugía plástica, al que habría recurrido, no hace muchos años, Carla Bruni, la tercera esposa de Nicolas Sarkozy.
Sin embargo, el Elíseo recibió ayer las afirmaciones del «Daily Mail» con un silencio absoluto, dejando en suspenso todas las dudas sobre el paradero y comportamiento de Pierre Sarkozy, en Navidad y Fin de año.
Pierre Sarkozy es el primer hijo del primer matrimonio del presidente francés, con Marie-Dominique Culioli, cuyos estudios no han llegado muy lejos, tentado desde muy pronto por la vida de artista y la producción de rap, con el pseudónimo de Mosey.
El más famoso de los artistas producidos por Pierre Sarkozy es el rapero Doc Gynéco, que comenzó siendo famoso por sus provocaciones y su tumultuosa vida amorosa con una novelista parisina, antes de «convertirse» en un fan de Nicolas Sarkozy durante la campaña presidencial del 2006 / 2007.
Doc Gynéco y Pierre Sarkozy se conocieron hace dos años, durante un mitin electoral del futuro presidente de la República. Y el cantante resume de este modo la personalidad de su amigo y productor: «Pierre tiene una cultura excepcional en materia de funk, hip-hop y soul»Don Juan Carlos y el nacimiento olvidado

«La princesa Doña María de las Mercedes da a luz, con toda felicidad, un hermoso varón», titulaba el ABC de Sevilla un pequeño suelto de la página 13, donde la información, apenas testimonial, tan sólo ocupaba tres pequeños párrafos. Aquel «hermoso varón» y es que los nacimientos en la Familia Real española no siempre han tenido el eco y el desbordamiento mediático que tuvo, la Infanta leonor el 31 de octubre del 2005.
Era 5 de enero de 1938 y España se desangraba en una guerra civil que acabó con la vida de más 200.000 personas. Una cifra importante si tenemos en cuenta que, por entonces, la población total superaba vagamente los 23 millones de habitantes.
El nacimiento del monarca se produjo, inevitablemente, en circunstancias muy amargas. Los padres de Juan Carlos, Don Juan de Borbón y Doña María, vivían exiliados en Roma, en un piso modesto de la «Viale Parioli», cerca de la plaza Ungheria: «Una casa simple, escueta, sobriedad de españoles fuera de España», escribió el corresponsal de la edición sevillana de ABC, César González-Ruano.
El ABC de Madrid, que seguía requisado por el Gobierno de la República –como bien rezaba en el encabezado de la portada: «Diario republicano de izquierdas» –, no dio noticia alguna del nacimiento del futuro rey de España. Fue gracias al ABC de Sevilla, controlado por un bando nacional que avanzaba con Franco inexorablemente hacia el norte, por el que pudieron enterarse los españoles del nacimiento del heredero del Príncipe de Asturias.
No encontró esta notica, sin embargo, hueco en la portada, que se ocupaba de la nieve caída en el frente: «La belleza incomparable del paisaje nevado es visión de angustia cuando pensamos en quienes soportan los rigores del frío por defender España», se leía debajo de una impresionante imagen de una trinchera cubierta de blanco. Ni la guerra, que andaba sumida en la terrible batalla de Teruel, ni las nuevas autoridades militares estaban para dar noticias de la Dinastía exiliada.
La crónica de ABC
Así de escueta era la reseña publicada en ABC sobre la buena nueva, situada entre una noticia sobre «el patrimonio nacional enajenado por los rojos» y una «efemérides de la tragedia», en referencia a lo que había ocurrido otros 6 de enero en la España republicana: «En Roma ha dado a luz con toda felicidad un hijo varón la princesa doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, esposa de don Juan de Borbón. Los augustos señores tenían una sola hija, la infanta María del Pilar. Al conocerse la grata nueva en nuestra ciudad, fueron muchas las personas que se trasladaron al hotel donde se encuentran los egregios abuelos del recién nacido, don carlos y doña Luisa, para felicitarles. ABC se une de todo corazón a estos leales sentimientos por el Fausto natalicio».
Así de escueta era la reseña publicada en ABC sobre la buena nueva, situada entre una noticia sobre «el patrimonio nacional enajenado por los rojos» y una «efemérides de la tragedia», en referencia a lo que había ocurrido otros 6 de enero en la España republicana: «En Roma ha dado a luz con toda felicidad un hijo varón la princesa doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, esposa de don Juan de Borbón. Los augustos señores tenían una sola hija, la infanta María del Pilar. Al conocerse la grata nueva en nuestra ciudad, fueron muchas las personas que se trasladaron al hotel donde se encuentran los egregios abuelos del recién nacido, don carlos y doña Luisa, para felicitarles. ABC se une de todo corazón a estos leales sentimientos por el Fausto natalicio».
No ocurrió lo mismo con su bautizo, 18 días después, donde el ABC de Sevilla –el de Madrid, obviamente, tampoco hizo alusión– daba una fotografía en portada de su madre, anunciando la ceremonia que se iba a celebrar en Roma ese mismo día: «Apadrinarán al augusto niño su abuela paterna Doña Victoria Eugenia de Battenberg, y su abuelo materno, Don Carlos de Borbón, imponiéndosele los nombre de Juan Carlos». La crónica, firmada por González-Ruano, no aparecerá hasta el 2 de febrero, en la página 11, ocupando casi toda la página: «Bautizo de Su Alteza Real Don Juan Alfonso Carlos».
La crónica del nacimiento de su padre, Don Juan de Borbón, fue algo más amplia y se publicó el mismo día 20 de junio de 1913. Se dio a dos columnas, con un antetítulo que rezaba «La Corte en La Granja» y un título de lo más telegráfico: «Nacimiento de un Infante». Nadie pensó en aquel momento que sobre ese niño, «Juanito», recaerían en 1941, a la muerte de Alfonso XIII, todos los deberes y derechos de la Corona española. Ni que ese nombre, «Juanito» sería también con el que siempre se conocería en familia al hijo de ese niño: el Rey Don Juan Carlos.
La Duquesa y su novio, en París

Pasaron la Nochevieja juntos, en el palacio de Dueñas, sin más testigos que las mascotas de la aristócrata, quien aparte de Flashito, el perrito faldero, tiene casi un zoo en palacio puesto que por tener dispone hasta de una zona dedicada a sus tortugas.
La última noche de 2009, Cayetana se la dedicó a su amor de la misma manera que juntos pasaron el primer día de 2010, sin necesidad de salir de palacio.
Pero tal y como anuncié días atrás, ha sido empezar enero y hacer las maletas. Con Díez se ha ido a París, donde recorrerán algunos de los anticuarios más prestigiosos, una de sus aficiones favoritas y seguro que aprovechan para hacer los regalos de Reyes.
La última noche de 2009, Cayetana se la dedicó a su amor de la misma manera que juntos pasaron el primer día de 2010, sin necesidad de salir de palacio.
Pero tal y como anuncié días atrás, ha sido empezar enero y hacer las maletas. Con Díez se ha ido a París, donde recorrerán algunos de los anticuarios más prestigiosos, una de sus aficiones favoritas y seguro que aprovechan para hacer los regalos de Reyes.
Será más adelante cuando la duquesa viaje con su ex nuera hasta Calcuta para inaugurar la casa de niñas que ha creado y a las que espera dar un futuro mejor. Eso sí, entre viaje y viaje, sigue instalada en su querida Sevilla, mientras sus hijos (todos menos Jacobo) permanecen en el palacio de Liria por donde aún no ha pasado Alfonso Díez.
Se trata de una de las pocas propiedades que el funcionario no conoce, o mejor dicho: no frecuenta y es que se comenta que fue la única condición que le pusieron sus hijos a Cayetana una vez asumieron que su madre no está dispuesta a renunciar al amor. Por lo menos que no lo hiciera delante de ellos.
Se trata de una de las pocas propiedades que el funcionario no conoce, o mejor dicho: no frecuenta y es que se comenta que fue la única condición que le pusieron sus hijos a Cayetana una vez asumieron que su madre no está dispuesta a renunciar al amor. Por lo menos que no lo hiciera delante de ellos.
Y mientras unos viven felices y con ilusión la llegada de la década, otros aguantan como pueden unas fiestas de lo más tristes. Ni la Nochebuena ni el Fin de Año pasaron Espartaco y Patricia Rato juntos. Están dandose un tiempo y con las familias volcadas para hacerles más llevadera la situación. Eso sí, cada uno con los suyos, que por parte de los Rato hay bastante malestar.
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