Cinco años a flote sobre el naufragio

Un 'resort' tailandés, tres días después del tsunami de 2004 (izda.) y en la actalidad. | AFP
«¿Alguna noticia?» es la pregunta de padres que buscan a sus hijos, hijos que buscan a sus madres, amigos que no han olvidado a los miles de desaparecidos aquel 26 de diciembre de 2004.
Los cadáveres de 338 víctimas no identificadas en Tailandia yacen en el cementerio Bang Maruan de Phang Nga, la región más afectada en este país del sureste asiático. El lugar, marcado con un monumento en forma de ola en honor de las víctimas anónimas del tsunami, se ha convertido en el símbolo de lo que las donaciones y los trabajos de reconstrucción no han podido ni podrán hacer: devolver la vida a las 226.000 personas de 13 países que fallecieron ahogadas.
Cinco años, en la que ha sido la mayor operación solidaria de la historia, ciudades que habían sido borradas del mapa vuelven a erigirse junto a la costa de Aceh en Indonesia, pescadores tailandeses cuentan con nuevas flotas de barcos y el turismo ha regresado a las Maldivas o Sri Lanka.
Sin dinero
Sólo en Aceh, el epicentro de la tragedia, instituciones, ONG y Gobierno han construido 150.000 nuevas viviendas, 3.800 mezquitas y 1.800 escuelas. El dinero de la reconstrucción se ha agotado o está a punto de hacerlo en la mayoría de los sitios, dejando en el aire una pregunta. ¿Están los afectados preparados para mantenerse a flote por sí mismos?
Tailandia representa a la vez la respuesta optimista y pesimista. Más de 8.000 personas perdieron la vida en sus costas, incluidos 2.200 extranjeros que se encontraban de vacaciones en el país. Las cicatrices de lo ocurrido han desaparecido en los principales destinos veraniegos de Phuket, Phi Phi o Khao Lak.
El empuje institucional y las ambiciones de los tiburones inmobiliarios, que aprovecharon la tragedia para reclamar tierras y ampliar proyectos, ha borrado cualquier indicio de la tragedia. Pero la escena es diferente en pequeñas aldeas de pescadores como Ban Nam Khem.
La mitad de los 5.000 habitantes de este pueblo costero murió en el tsunami. El legado del maremoto ha sido la transformación de la comunidad más allá de su geografía: sus gentes, que durante siglos habían vivido del mar, ahora lo resienten y temen. «¿Quién nos dice que no volverá a pasar? Si pudiera, me iría a vivir a otro sitio. Todas las noches sueño con una ola gigante que viene y se lo lleva todo», dice Srisiri, que perdió a su nieto cuando el tsunami le arrancó al niño de los brazos.
Tragados por el mar
Las casas y restaurantes que adornaban la costa de Ban Nam Khem han sido sustituidos por un monumento en honor a las víctimas y un pequeño museo con las fotografías de los trabajos de reconstrucción. Casi todos los vecinos aseguran no haber podido pasar página, en parte, porque los cuerpos de muchos de sus seres queridos fueron tragados por el mar.
«Seguiré buscando hasta que vea su cadáver», dice un anciano que perdió a dos de sus hijos. Muy cerca, el orfanato Don Bosco acoge a un centenar de los miles de niños que se quedaron huérfanos tras el tsunami. Son la prueba de las heridas psicológicas que dejó la gran ola y el tiempo que queda para sanarlas.
Un reciente estudio realizado por investigadores tailandeses y japoneses en cerca de 3.000 supervivientes del tsunami muestra que, cinco años después, la mitad padecen estrés postraumático o depresión.
Sólo un puñado de ONG cuentan con los recursos para tratar situaciones como las que vive la población de Ban Nam Khem, aterrorizada de un mar del que dependen para vivir.
Enfermedades mentales
La incidencia de enfermedades mentales ha aumentado en todas las poblaciones afectadas, desde Sri Lanka a Indonesia, donde la atención psiquiátrica es escasa o inexistente. «El número de profesionales de salud mental en Aceh está muy por debajo de las necesidades», recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lanzó un programa de asistencia psicológica en la región que trata de cubrir el vacío en ese tipo de atención.
Cerca de Ban Nam Khem, en la playa tailandesa de Khao Lak, donde cientos de personas murieron atrapadas en hoteles de cinco estrellas, el cementerio de Bang Maruan muestra los límites de la reconstrucción tras una tragedia como la del tsunami. Las víctimas anónimas han sido enterradas tratando de preservar los cadáveres, en caso de que en el futuro puedan ser identificadas y reclamadas por sus familias. Hasta que ese día llegue, una etiqueta con un simple número recuerda que murieron el día que el mar se volvió contra sus gentes.

Fotografía de Sarah H. Foxwell en 'The Baltimore Sun'.Efe
El cuerpo de la pequeña Sarah Haley Foxwell fue hallado en el área de Rum Ridge, una zona situada al noroeste del condado y cerca de la frontera entre los estados de Maryland y Delaware.
Desde que se conoció la noticia de su desaparición, hasta 3.000 voluntarios se reunieron en la ciudad de Salisbury para buscar la niña que, según la policía, fue raptada por un agresor sexual.
Según informa el diario 'The Baltimore Sun', los voluntarios se reunieron para buscar a la pequeña, después de que anoche unas 200 personas la trataran de localizar, sin éxito, en los campos y lagos helados de la zona.
La pequeña, Sarah Haley Foxwell, vestía un pijama con motivos navideños cuando desapareció el martes por la noche de la cama donde dormía en casa de su tía materna, que tiene la custodia, según la policía.
Un antiguo agresor sexual
Una hermana pequeña de la niña se despertó durante la noche y vio como Sarah salía de la habitación con un antiguo novio de su tía, un hombre con antecedentes penales por agresión sexual, según documentos judiciales a los que tuvo acceso 'The Baltimore Sun'.
El hombre, Thomas James Leggs Jr, de 30 años, fue detenido el miércoles bajo los cargos de secuestro y allanamiento de morada, pero por el momento no está colaborando con la justicia.Efe
Jesús no nació el 25 de Diciembre
La noche en que nació Jesús había pastores en el campo, por lo tanto Jesús no nació en diciembre, ya que se sabe que los rebaños en el tiempo de Jesús pasaban el invierno bajo cubierta.
Cuando ingresaron paganos a la iglesia cristiana, adaptaron el 25 de diciembre de ellos, fecha del solsticio de invierno en que celebraban el renacimiento del Dios Sol (los devotos paganos de Miltra), y adoptaron esa fecha como fecha del nacimiento de Jesucristo.
La navidad se originó alrededor del año 275, en un tiempo en el que el culto del sol era especialmente dominante en Roma.
Así es, ¿pero por que decimos esto? Por muchas razones. No existe ninguna evidencia que indique que Jesús hubiera nacido el 25 de diciembre. Más bien, la evidencia demuestra lo contrario.
Por ejemplo en el libro Celebrations, de Robert J. Myers, leemos: “El relato bíblico sobre el nacimiento de Jesús no indica nada de la fecha en que tuvo lugar. Sin embargo, el informe de Lucas [Lucas 2:8] tocante a que los pastores ‘moraban en los campos, guardando sus rebaños por la noche’, da a entender que Jesús debió nacer en el verano o a principios del otoño. Ya que diciembre es un mes frío y lluvioso en Judea, lo más probable es que por la noche los pastores hubieran buscado refugio para sus rebaños”.
Hay fecha por algunos Doctos biblicos que indican la fecha del 2 de octubre del año 2- E.C.
Además en el libro Daily Life in the Time of Jesus (Vida cotidiana en el tiempo de Jesús), de Henri Daniel-Rops, se nos dice algo semejante: “Los rebaños [...] pasaban el invierno bajo cubierto; y solo por este detalle puede verse que es poco probable que la fecha tradicional de la Navidad, en el invierno, sea cierta, ya que el Evangelio dice que los pastores estaban en los campos”.
The Encyclopedia Americana dice lo siguiente sobre el 25 de diciembre: “En Occidente no se estableció esta fecha hasta aproximadamente mediados del siglo IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo después”.
Si buscamos información en la Biblia, llegamos a la conclusión que Jesús no nació en esa fecha. Y él no autorizó la celebración de la Navidad, como tampoco lo hicieron sus discípulos ni los escritores de la Biblia. De hecho los primeros cristianos no celebraban el nacimiento de Cristo.
Además hasta la Iglesia Católica reconoció que Jesus no nació en esa fecha, en su periodico del Vaticano L’Osservatore Romano dijo: “Históricamente, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un velo de incertidumbre que no han podido levantar ni la historia romana, ni el censo imperial de aquella época, ni la investigación de siglos posteriores. Y pasa explicar por que razón se escogió el 25 de diciembre para recordar el nacimiento de Jesús.Por: Jesús Castellanos
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