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NUEVA YORK (Reuters Health) - Los adultos mayores estadounidenses débiles y con problemas físicos para realizar las tareas cotidianas tienen riesgo de ser hospitalizados, reveló un nuevo estudio. Los autores recomiendan que las intervenciones para mejorar la función física, como el ejercicio, ayudarían a los ancianos más vulnerables a permanecer fuera del hospital, lo que no sólo reduciría el aumento del nivel de discapacidad sino también ahorraría gastos de salud.
Para conocer qué factores musculares están asociados con el riesgo de esa población de necesitar internación, el equipo de la doctora Peggy M. Cawthon, de California Pacific Medical Center, en San Francisco, estudió a más de 3.000 adultos de entre 70 y 80 años.
Todos realizaron pruebas estandarizadas de la fuerza muscular, incluida la fuerza de agarre, de extensión de la rodilla y de la velocidad al caminar.
Además, se les midió el nivel de masa muscular magra y el porcentaje de grasa corporal y se les realizaron estudios por tomografía computarizada de los muslos para calcular el área y la densidad muscular.
En los siguientes 4,5 años, el 56 por ciento de los participantes fue internado por lo menos una vez, publicó el equipo en Journal of the American Geriatrics Society.
Según el estudio, la debilidad, los problemas para caminar y levantarse de una silla y una baja densidad muscular, pero no el tamaño muscular o la masa magra, estuvieron asociados con un mayor riesgo de necesitar hospitalización.
Incluso en los adultos mayores sanos y sin discapacidades, los problemas físicos para realizar las tareas cotidianas estuvieron asociados con un mayor riesgo de necesitar hospitalización.
Según el equipo, la hospitalización puede aumentar la discapacidad en los ancianos.
Los autores destacaron también que en el 2000, los costos directos de salud asociados con la pérdida de masa muscular por el envejecimiento fueron de 18.500 millones de dólares en Estados Unidos.
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